LUIS SÁNCHEZ DEL TORO
En la finca El Majagual, perteneciente al destacado
campesino Wilson Blanco Gutiérrez, en el Consejo Popular de Mayarí Arriba del
municipio de Segundo Frente, siempre hay espacio para el ensueño de encontrar
algo novedoso ligado a la mejora genética de los animales.
Entre los Cotos Genéticos existentes en el país, tiene este
productor de la
Excelencia Nacional del Movimiento de la Agricultura Urbana,
el privilegio de poseer en sus ocho hectáreas a casi todas las especies
endémicas y autóctonas de la
Mayor de Las Antillas.
En ese pintoresco sitio donde es habitual observar desde un
pavo real hasta una jutía, se procrean además equinos, cerdos, ovino-caprinos,
pavos, gallinas, un perro y otras especies de animales de pura raza, que
reclaman de una atención esmerada los 365 días del año para preservar la salud
y el buen estado físico.
“Me gusta trabajar con los animales raciales, ya que son
fuertes y muy adaptados a las condiciones de nuestro país, además porque
considero forman parte de nuestra identidad e idiosincrasia. En este pedazo de
tierra fomento pie de crías que ya están en casi todas arte del país”, expresó
Wilson.
El orden interior, la higiene, la salud de los animales y
disposición de las naves, revelan la dedicación de este hombre de campo a su
coto donde se divisan unas 30 especies
endémicas, entre ellos los chivos de la raza Boers, ovejos pelibuey,
conejos, puercos criollos, así como de un grupo de cabras listas para ser
trasladadas al polo productivo de Los Reynaldo, en el municipio de Songo-La
Maya.
En esa localidad se integrarán a un micrordeño de una Unidad
Básica de Producción Cooperativa (UBPC), destinada a la producción de leche
para la alimentación de la población. Su intenso quehacer diario lo distingue
entre los socios de la
Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) fortalecida Camilo
Cienfuegos.
De igual manera ha aportado sementales para otras CPA y CCS del territorio nacional y la provincia
como pie de cría para la reproducción de animales raciales, que contribuyan a
no solo mantener la autenticidad y calidad de la especie, sino también a lograr
niveles altos de rendimientos de leche, carnes, huevos, entre otras
producciones.
Siente satisfacción ante la consolidación gradual y
ascendente de sus conocimientos, mediante el intercambio permanente con sus
homólogos del país, participan en talleres nacionales, eventos y figurar en el
selecto club de los amigos de la genética, entre otras actividades.
“Me gusta lo que hago, me dedico por entero desde bien
temprano en la mañana al trabajo. Ahora sigo en mi labor de rescatar otras
especies, y perfeccionar el trabajo integral de la finca en el empeño de
contribuir a incrementar la producción de alimentos para el pueblo. Mi próximo objetivo
es alcanzar la condición de la
Doble Corona de la Excelencia del Movimiento de la Agricultura Urbana.
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